En este proyecto usamos la accidentada topografía a nuestro favor, construyendo un puente entre dos enormes promontorios de roca al borde de un acantilado sobre el lago Riñihue.

El programa se distribuye en dos niveles; en el nivel bajo dos zócalos de hormigón construidos sobre la roca viva albergan el programa de servicios y el vacío entre ellos el espacio de estacionamientos. El nivel alto se separa con claridad del zócalo y del terreno, albergando dormitorios, cocina y estar, todos con mucha luz natural y vistas al lago y al volcán Mocho Choshuenco.

Esta vivienda está pensada para vivir en ella todo el año y considera grandes superficies techadas de trabajo, almacenamiento y recreación. También provee vistas variadas que cambian radicalmente con las estaciones a fin de resistir bien todo el lluvioso invierno y el intenso sol del verano.